Hora de jugar [Orion]

Tuve la oportunidad de partir a casa por el fin de semana, pero realmente pasar dos días con mi familia no me parecía el mejor de los planes de momento. Tenía entendido, por cartas de mi madre, que papá estaba tapado en trabajo y que andaba algo afligido por esa razón y por mi parte sabía que eso significaría un ambiente de tensión en casa, no quería tener que pasar malos ratos, así que decidí quedarme en Hogwarts colocando como excusa el tener muchos deberes y uno que otro examen para los que quería estar preparado, irónicamente no me pusieron pero, a pesar de que todos sabían que no era un amante de los estudios.

Como fuera, ya era sábado y me desperté en medio de una discusión entre dos de mis compañeros de habitación.- ¿qué demonios les sucede a ustedes dos?- levante la cabeza para dedicarles mi mejor mirada de muerte a ambos.- ¿es que acaso no saben que los sábados y los domingos son para despertarse tarde?- me levanté de inmediato sabiendo que una vez despertado, no podría volver al sueño.- en serio chicos, deberíamos colocar algunas reglas de habitación, eh.- mi voz sonaba ronca por el cansancio mientras maldecía  buscando ropa en el baúl a los pies de mi cama. Pensé en salir sólo como estaba, en boxers, a buscar algo de comida, con sólo despertar mi estómago había gruñido quejándose de la falta de alimentos. Al final conseguí encontrar algo de ropa que no fuera el uniforme, me puse unos jeans negros, una camiseta polo del mismo color, y para rematar el estilo, una sudadera con gorro, ¿adivinen el color? si, negro.

Me apresuré en llegar al gran comedor, coger unos pasteles mientras preguntaba con la boca llena si es que alguien había visto a Lorcan o Albus, no me sorprendí de escuchar que este último se había ido a su casa por el fin de semana, y sobre Lorcan, nadie sabía donde se había metido, le habían visto pero no sabían su paradero. Genial. Debe de estar buscando algo con lo que pasar el rato.

Camine por diversos lugares en donde creí podermelo encontrar, no fue así hasta que se me ocurrió el Campo de Quidditch, claro, ¿cómo no haber ido ahí antes? - ¿Qué haces tan solitario aquí, Scamander?- pregunte nada más llegar y verlo - sobre todo siendo tan temprano, sueles dormitar hasta bien pasada la hora.- comente mientras me acercaba con paso tranquilo, terminándome lo último de mi desayuno. Ahora que estábamos allí me preguntaba si habría tenido que traer mi escoba o algo por el estilo, de todos modos podríamos sacar un par del armario de escobas que habían para la práctica de los de primero.