Breaking some Rules to end the Day {Charles D. Pont}

Fue un día muy cansador a decir verdad. Muchas clases y hechizos que aprender y que en verdad no quería. De todos modos tenía suerte de no estudiar aquellas materias muggles que debía estudiar mi primo, ya que sabía que ellas sí que no servirían para nada. Decir eso generalmente me levantaba el humor, ya que sabía que podría estar peor. Entre clases y clases no hice más que ir corriendo de aquí para allí tratando de no perder ninguno de mis materiales en el camino. Ni siquiera yo sabía por qué me estaban interesando tanto las clases, ya que en general nunca hacía gran cosa ni me concentraba en ellas, era como si hubiera una barrera entre mi mente y el profesor o profesora. Apenas terminaron mis clases diarias decidí tomar algo de aire ya que me asustaba a mi misma. Me dirigí al campo de Quidditch con mi escoba donde practiqué un poco con una bludger hasta tarde. Bajé lentamente ya que parecía que anochecería en cualquier momento y me encaminé a algún lugar que por el momento no sabía. Es decir, comencé a caminar sin rumbo fijo hacia el lado del castillo. Antes de entrar decidí darle unos cuidados a mi escoba ya que estaba bastante descuidada.

Me senté muy cerca del borde del lago negro y comencé a arrelar la cola de mi escoba, la única posesión que podía haberle quitado a mis padres antes de irme a vivir con mi tío squib. No era mucho, era una Nimbus 2000, pero la cuidaba tanto que parecía que fuera como mi hermana. Por el ambiente supuse que estaba por ser la hora de la cena, aunque yo no quería ir adentro aún. Claro que sabía que no podía quedarme afuera hasta tarde, pero no me importaba, mi humor no era muy bueno ese día. Podría ser porque no había gastado ni una broma o porque no me gustaba estudiar. Estaba como inexpresiva, algo extraño de mi parte ya que generalmente bromeaba con personas o corría por los pasillos molestando a los prefectos o cosas por el estilo. De todos modos conocía un poco a Lily y era muy dulce, o aunque sea para mí.