Un golpe nunca viene mal (Druella)

Estaba de mal humor, de un pésimo humor. No tenia un por que fijo, pero sentía que la ira me llegaba hasta la punta de los pies y se hacia dueña de todas mis acciones. Había discutido con cual compañero se me cruzara e incluso una simple mirada era suficiente como para que se vean amenazados por mi varita.
No asistí a ninguna de las clases del día y puse como justificación las típicas excusas que usaban todos los que faltaban.

Llegue al campo de Quidditch y sin dudarlo me alce a las alturas, ¿Para que mas iba a ir sino? Desde arriba apunte con mi varita la caja de pelotas para que salieran y como la luz las bludgers comenzaron a andar de un lado a otro y como era el único jugador sobre el aire me tenían de blanco. Me mantuve unas cuantas horas volando sobre todo el campo hasta que una de las bludgers golpeo mi escoba haciendo que se quebrara. No entendía como había podido ser posible, ya que era el ultimo modelo.

Mire hacia el cielo. El golpe había sido rápido y casi no estaba consciente del impacto que me había dado contra el suelo. Ahora no estaba enojado sino mas bien adolorido. Era ahora cuando me daba cuenta que realmente había estado sobre varios metros de altura.
Luego de unos minutos logre sentarme y note que mi vista estaba bastante distorsionada y un zumbido retumbaba dentro de mi cabeza. Toque mi nariz y comprobé que sangraba. Mientras negaba sonreí como un idiota.

Había buscado por todos lados a mi novio, incluso le pregunté al primero con el que me topaba si lo había visto. Genial, nadie. Literalmente no tenía nada que hacer ni nadie a quien molestar. Mi hermano se había ido por no se donde y mis amigas.... Quien sabe. La verdad es que solo tenía ganas de molestar a Albus. El entendería mi necesidad de bromear, tiene que hacerlo. A la ultima persona que le pregunté si lo había visto fue a una chica de Gryffindor, flacucha y alta. Parecía que de tan solo mirarla se rompería -Albus Potter, lo has visto?- mi voz sonó sin ni una expresión alguna aun que mi cara demostrara asco y desgana al estar al lado de esa. -Salió... del castillo...- tartamudeó con algo de timidez. Di un suspiro de desagrado y me retiré de su lado. Genial! Ahora mi información se reduce a... Nada. Tal y como dijo la "leona" salí del colegio para seguir mi búsqueda CREO que sin resultado pero no perdía nada buscando. Partí por partes fáciles, como los jardines y las afueras del bosque. No me tomó casi nada de tiempo ya que iba caminando rápido, casi corriendo. Estaba cerca del estadio de Quidditch, casi entrando completamente al campo veo una sombra caer. Por un momento tuve terror, que pasa si era alguna trampa o algo así, luego recordé que me hubieran avisado, o eso creo. Con mi varita siempre alerta me comencé a acercar de a poco a lo que se encontraba en el suelo. Es... el?... -Albus?...- ya estaba casi al lado pero me costó asimilar que era él quien cayó de muchos metros. Me agaché junto a el y lo miré detenidamente como si estuviera observando a un fantasma, si... así lo hice. -Que te pasó?- solté una risa tímida y tome su cara entre mis manos -Te encuentras bien?- creo que la respuesta era obvia pero siempre hay que ser cortez y preguntar.