De paseo por lugares remotos [Druella Malfoy]

Acababa de dejar mis maletas en mi habitación y quise salir a dar una vuelta por los alrededores del Colegio a ver si tal vez conocía gente nueva o en su defecto me encontraba con compañeros de clase, iba caminando por los jardines que llevaban a los invernaderos y a lejos vi una chica que al parecer estaba sentada en el prado y que se había puesto de pie rápidamente pues su mascota un hurón largo y muy llamativo empezó a correr por el prado.

Justo en ese momento, el hurón iba a pasar por entre mis piernas para seguir derecho, pero me agache para recogerlo, solo esperaba tener buena suerte y que no me mordiera, siempre tenia mala experiencia con esto de las mascotas y me acerque donde la chica - Que bonito hurón tienes, toma cuídalo de pronto se te pierde - le pasé el hurón en sus manos - soy Charles de Gryffindor, último año desafortunadamente para mí -

Ver a esa cosa pequeña y peludita de alguna forma le alegraba el día con sus juegos típicos de animalitos. Siempre lo tenía en los brazos por miedo a que se escapara y no volviera más, lo cuido como si fuera mi hijo pero... obviamente no lo es.
Estaba en los invernaderos a un horario en donde no hubiera nadie, si veían a mi pequeño, lo más probable era que sería la última vez que lo viera. Vivo con eso todos los días: lo escondo por donde puedo a la vez que lo cuido. Correteaba por todo mi cuerpo buscando que lo soltara pero no lo dejé en ni un momento hasta que se me escapó de las manos y salió corriendo. "Genial-pensé- tenía que se ahora". Solo atiné a correr tras el o por lo menos bloquear las salidas que lo llevaran a su fin.. y el mio. Paré a un par de metros de un chico cuando me di cuenta de que mi hurón estaba en sus brazos. Por una parte era bueno porque no se escaparía y volvería a mis manos, pero por otra, ese chico podría delatarme o algo así. Eso creía yo. -Gracias..- dije en voz baja al recibir a mi mascota en mis manos. Junté nuestras narices y la mía la arrugué un poco. -No me hagas guardarte en una cajita!- le dije al pequeño en tono amenazante sabiendo de que no obtendría respuesta.
-Soy Druella, de Slytherin- mi voz sonó fuerte y segura, muy pocas veces me salía lo "tímido" e intentaba que hoy no fuera una de esas veces, mejor dicho, intento no hacerlo siempre.

Era una voz angelical y además era de mucho notar su presencia pues su cabellera era de un mono muy extravagante y en el capo abierto donde estábamos caída el pleno rayo del sol, el cual le resplandecía muy bien su cabello y sus ojos claros se habían de notar mas. Solo la miré por unos segundos todo en silencio admirando si belleza y recordé tocar nuevamente el tema de su hurón - o disculpa, estoy algo distraído, el sol a veces no me sienta bien - fue una excusa tonta pero no quería que se diera cuenta que admiraba su belleza - por cierto - me acerqué a su oído - no te delataré bajo ningún motivo, relájate, lo digo porque en mi habitación tengo un mico titi que también es prohibido - la miré fijamente a los ojos y le sonreí con picardia.

- Por cierto, disculpa si incomoda mi presencia veo que compartes con tu mascota ¿prefieres que me retiré? -

Creo que es la primera vez que tenía miedo en meterme en problemas, siempre lo hacía pero no me importaba. Ahora si. Y por culpa de esta cosa podría ser el último día que tenga de "libertad". Mientras le hacía cariño a mi hurón miré de reojo a Charles y me di cuenta de que me miraba, solo me concentré en pasar mi mano por todo el lomo de mi mascota. Suave y peinado. -Tranquilo, a cualquiera le pasa..- no sabía que decirle la verdad, solo dije algo al aire. Solté una risita por lo que me dijo al oído -Gracias de nuevo- terminé por sonreír y devolver de nuevo la atención a mi mascota. Era imposible dejarlo si era tan tierno y adorable, por ser educada no me he ido a otro lado y dejado a Charles, no. A mi no me enseñaron eso. -No, quédate si quieres- volví a sonreír y lo miré directo a los ojos.

Me llegó una mirada muy tierna de ella pero eso me intimidaba y sentía que mi cara se sonrojaba por el calor que empecé a sentir, fueron unos segundos incómodos donde no se me pasaba nada por la cabeza para preguntarle - Veo que eres una chica más de bien de casa y dedicada a tus estudios, pero ¿tal vez te gustaría ir algún día de estos a tomar una cerveza de mantequilla? - en ese momento pensé que era algo atrevido haberla invitado a algo tan comprometedor como eso, me arrepentí del comentario pero bueno ya lo hecho hecho estaba, solo esperaba una respuesta buena.

Mientras esperaba su respuesta, solo veía como acariciaba a su hurón, y era tan tierna que llegué al punto de estirar mi brazo y acariciarle la cabeza intentado peinar su lindas mechitas - ¿Te incomoda que concienta a tu hurón? -

De un momento a otro a Charles se le veía un poco más de rubor en las mejillas, parecía sonrojado o algo así. Eso se me hizo algo incómodo por el momento pero luego lo dejé obvio con el tremendo rayo de luz que nos llegaba. A veces me pasaba lo mismo y si fuera así, lo entiendo. Fue un reflejo matarme de la risa al decir que era una chica de casa, tuve que tomarme un tiempo para poder tranquilizarme pero no pude
-Yo?- me puse la mano en el centro del pecho -Chica de casa?- volví a reírme pero menos que antes -Estas equivocado- sonó a sarcasmo, y un claro sarcasmo. Estaba equivocado si pensaba que yo era así, de hecho: el lugar donde menos me gusta estar es en casa. Tampoco me gusta estar en una misma parte todo el tiempo, siempre voy cambiando.
-Podría ser que algún día valla contigo a tomar cerveza de mantequilla- eso no fue ni un si, ni un no. Me gustaba dejar a la gente así, o más bien hacerme la difícil y la ocupada.
-No no pasa nada, ten... Tómalo- terminé por pasarle mi hurón entre sus brazos, lo seguí acariciando pero desde un poco de distancia. -Es tan adorable!- mi voz sonó como si me acabaran de dar una gigantesca barra de chocolate.

- o disculpa si te sentiste mal por el comentario - me sentí con un idiota por la afirmación falsa que hice pero bueno no todo era color rosa definitivamente. Ahora quedaba en intriga de la cerveza, esa respuesta me sonó a un más no, de seguro era una chica ocupada pero no quería seguir insistiendo y pensando que yo era un chico intenso.

Al pasarme el hurón lo acaricié, lo alcé y le puse su jetica frente a mi cara - eres muy lindo niño definitivamente todo se parece a su dueño - y nuevamente lo dejé en mi regazo para seguirlo acariciando. Ya el hielo entre ella y yo se estaba rompiendo y bueno ya las preguntas me empezaban a brotar - y cuéntame ¿eres comprometida? no lo tomes a mal, solo me gusta saberlo - me sonreí y seguí consintiendo el hurón.

Me vino un enojo superficial que el pensara que yo era así pero intenté no darle tanta importancia como le daría con cualquier otra persona -No te preocupes- sonreí por un lado y levemente negué con la cabeza. Yo feliz le diría un "si" concreto, pero temo a que Albus se enoje o se ponga celoso, no es primera vez que pasa y por eso prefiero pensarlo bien y en ultima instancia preguntarle si puedo. Suena algo controlador pero no quiero perderlo y es la única debilidad que tengo.
Observé como el trataba a mi hurón, se veía un tanto tierno -Eeem.. si. Estoy en una relación- lo dije un tanto tímida -Y tu que? tienes novia?- le pregunté para evadir el tema de que no estoy soltera.